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    Bombeo solar fotovoltaico, ¿qué es y cómo funciona?

    En este artículo desde Quantum Energía Verde queremos hacer un pequeño resumen de lo que supone la instalación comúnmente conocida como bombeo solar fotovoltaico, la cual aprovecha directamente la energía solar a través de las placas fotovoltaicas para alimentar eléctricamente las bombas de riego convencionales.

    Las grandes ventajas del bombeo solar fotovoltaico

    Si bien, este tipo de instalaciones se encuentran en auge y su propagación entre los regantes avanza a un ritmo vertiginoso por tres motivos fundamentales:

    • Economía. La inversión a realizar para implementar estos sistemas es muy reducida comparada con el creciente coste de la electricidad y/o combustibles, resultando en una rapidísima amortización de la inversión que suele estar en torno a los 4 años y que producirá un enorme ahorro en los 25 años de vida garantizados.
    • Comodidad. Aquellos que tenían que usar un grupo electrógeno para alimentar su bomba de riego, ya pueden decir adiós a tener que transportar, arrancar y llenar el tanque de combustible diariamente del generador.
    • Fiabilidad. Esta no es una tecnología nueva y todos los usuarios que ya disponen de ella han podido comprobar y dar fe a su círculo cercano de las ventajas del mismo.

    Para aquellos que no son conocedores de esta tecnología pero que, sin embargo, han escuchado algunas de sus múltiples ventajas y quieren animarse a instalarla, damos a continuación unas pinceladas sobre los aspectos principales a tener en cuenta.

    Tipos de equipos de bombeo solar fotovoltaico

    Fundamentalmente, podemos clasificar el bombeo solar fotovoltaico en dos tipos:

    • Variadores solares: son aquellos que adaptan la tensión de las placas solares fotovoltaicas a las necesidades de la bomba. Las bombas convencionales funcionan a una tensión de 220 o 400V y las placas solares tienen una tensión que va variando en función de la intensidad de la radiación solar a lo largo del día. El variador es el equipo que adapta la tensión variable de las placas solares fotovoltaicas a una tensión constante que es la que necesita la bomba para funcionar.
      Esto quiere decir que a cualquier bomba existente, se le puede instalar un variador para que pueda alimentarse a través de un sistema de placas solares fotovoltaicos.
      Otra ventaja es que los variadores permiten conmutar automáticamente entre la red o generador y las placas fotovoltaicas, permitiendo el riego en horas en las que no haya sol.
      Este tipo de soluciones, por su sencillez y precio, son sin duda la opción preferente en el mercado para cualquier tipo de potencia.
      Los variadores de la marca Omron o Fuji son algunos de los más utilizados.
    • Bombas solares: son aquellas que están fabricadas específicamente para ser alimentadas con un sistema solar fotovoltaico (no pueden, por tanto, ser alimentadas a través de la red eléctrica o grupo electrógeno).
      Si bien, esto quiere decir que tienen un mejor rendimiento y, por lo tanto, necesitan menos placas solares para funcionar que los sistemas con variadores solares. Por contra, cuentan con las desventajas de tener un elevado coste, que en el caso de disponer ya de una bomba convencional es necesario sustituirla y que no pueda conmutarse con otra fuente de alimentación auxiliar.
      Los fabricantes Lorentz, Grundfoss y Franklin son de los más conocidos en este campo, sin embargo se limitan a instalaciones de pequeña potencia en los que no existe una bomba instalada.

    Dimensionamiento

    Para hacer un correcto dimensionamiento de un sistema de bombeo solar fotovoltaico son necesarios los siguientes datos:

    • Dimensionamiento de la bomba. En el caso de que no se disponga de una bomba, esta debe ser dimensionada en base a las características del bombeo y a la necesidad de riego. Esto es: tipología del recurso acuífero (de pozo o de superficie), altura manométrica (calculada a partir de la profundidad del pozo, desnivel respecto al punto más alto del riego o depósito y perdidas de la tubería), presión atmosférica de los goteros (en el caso de tenerlos), caudal de agua necesario y estacionalidad (necesidades de agua según los meses del año).
    • Dimensionamiento del variador. Una vez definida la bomba que vamos a usar (o si ya es existente) se necesita saber la potencia de la bomba (normalmente dada en CV), la tensión de trabajo (220V o 400V) y el amperaje máximo que puede dar en un momento dado.
    • Dimensionamiento del sistema solar fotovoltaico. En base al número de horas de riego necesario por meses, se estima la potencia necesaria del sistema fotovoltaico que vaya a alimentar la bomba. Para hacernos una idea, la potencia fotovoltaica necesaria suele ser el doble de la potencia de la bomba. Por ejemplo, para una bomba de 7,5CV que equivale a 5,6 kW, necesitaríamos 5,6 x 2 -> unos 11,2 kW en placas, lo que viene a ser unas 36 placas solares.

    Finalmente, faltaría diseñar la estructura (normalmente de aluminio) sobre la que instalar los paneles solares, que puede ser: sobre cubierta en una edificación existente cercana al bombeo, sobre suelo en terreno plano al que fijamos con soportes de hormigón o sobre estructura elevada para aquellos lugares en los que se tema por el riesgo de robo.

    Y, por supuesto, no olvidar que al tratarse de una instalación aislada de la red no se le aplica el impuesto al sol ni ningún tipo de peaje o tasa.

    Si estás interesados en que te hagamos un estudio personalizado, no tienes más que contactarnos o rellenar nuestro formulario para que te contactemos.

    Imagen: Pixabay

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